¡La Reconciliación!
Realidad histórica y designio amoroso de Dios. Este Domingo de Ramos el mensaje que se presentara es del perdon al maximo. El Siervo de Yahveh sufre golpes, insultos y salivazos, pero el Señor le ayuda y le enseña el sentido del dolor. San Pablo, en el himno cristológico de la carta a los Filipenses, canta a Cristo que «se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo». En la narración de la Pasión según San Lucas, Jesús afronta sufrimientos indecibles e incontables, a la manera de un esclavo, pero sabe que todo está dispuesto por el Padre y por ello le confía su Espíritu. Su abajamiento le mereció la exaltación y la gloria de la Resurrección. La exaltación de los Ramos y la Pasión están en mutua referencia aunque el primer paso suene a triunfo y el segundo a humillación. Las lecturas de la Misa que median entre el Evangelio de los Ramos y la lectura de la Pasión hacen como que un puente que une los dos misterios de la vida de Jesús.
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