sábado, 12 de junio de 2010

El Pan de San Antonio


Se educó en la escuela catedralicia local. Contrariando los deseos de su familia, Fernando ingresó en la abadía agustina de San Vicente en las afueras de Lisboa. Los monjes de la orden de San Agustín, de la cual él era miembro, eran famosos por su dedicación a los estudios. Fernando estudió las Sagradas Escrituras y la teología de algunos doctores de la Iglesia católica como Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona, Gregorio Magno y Bernardo de Claraval. También estudió los clásicos latinos, como Ovidio y Séneca. Tras obtener el permiso de sus superiores religiosos, se trasladó a la abadía de la Santa Cruz en Coímbra, para continuar sus estudios.

En el verano de 1220 cambió de orden y se hizo franciscano. En ese momento adoptó el nombre de Antonio en honor de san Antonio Abad a quien estaba dedicada la ermita franciscana en la que él residía. En la fiesta de Pentecostés de 1221 miles de frailes (Antonio entre ellos) se congregaron en Asís, episodio que ha pasado a la historia como el Capítulo de las Esteras ya que muchos de los frailes ahí reunidos tuvieron que dormir en esteras. Una vez concluida la reunión, el provincial de Bolonia, Fray Graziano lo envió a una pequeña ermita en las montañas del pueblo de Montepaolo para que sirviera como sacerdote. Durante este período comienza su carrera como predicador viajando por todo el norte de Italia y el sur de Francia contra las herejías. Su primer campo de acción apostólica fue la Romaña donde le tocó enfrentarse al catarismo. Antonio enfermó de hidropesía y, en 1231, fue de retiro al bosque Camposampiero con otros dos frailes para darse un respiro y tomar nuevos aires. Allá Antonio vivió en una celda construida por el mismo bajo la ramas de un nogal. Murió el 13 de junio de 1231 en el convento de las Clarisas Pobres en Arcella en el camino de regreso a Padua a la edad de 36 años.

Canonización
San Antonio de Padua es la persona más rápidamente canonizada por la Iglesia católica: 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232. Antonio de Padua es el patrón de Lisboa, de Padua, donde permanecen sus restos, y de numerosas otras ciudades, como en San Antonio, Chile, Concordia (Entre Ríos) e Ingeniero Maschwitz (Buenos Aires), en Argentina y San Antonio de los Altos, Venezuela. Es especialmente invocado por los católicos en diversas ocasiones o motivos debido a la cantidad enorme de milagros que se le atribuyen por intercesión suya.

Numerosos episodios sobrenaturales le son atribuidos, como la bilocación, ser entendido y comprendido por los peces cuando las personas despreciaron sus predicaciones o de cargar en sus brazos al niño Jesús durante una noche.

En 1263, la ciudad de Padua le dedicó una basílica que conserva sus restos. Treinta años después de su muerte, el sarcófago donde se encontraba su cadáver fue abierto. Se cuenta que aunque todo su cuerpo estaba ya corrupto la lengua no, lo que provocó una nueva oleada de devoción y la admiración de otros personajes católicos como Buenaventura de Fidanza.


La Basílica de San Antonio de PaduaFue proclamado Doctor de la Iglesia el 16 de enero de 1946.

En Portugal, Brasil y algunas partes de América Latina es reconocido como el santo de los matrimonios y el día de su fiesta (el 13 de junio) las muchachas solteras tienen la costumbre de comprar una pequeña imagen de San Antonio y colocarla al revés como castigo hasta que hayan encontrado un buen marido. Esta curiosa tradición ha sido retratada muchas veces en la cultura popular portuguesa y latinoamericana, aunque la Iglesia Católica la ha calificado como "superstición".

BENDICION DEL PAN DE SAN ANTONIO

Una de las devociones antonianas más extendidas es, sin duda, la llamada el "Pan de los pobres". La iconograrfía de san Antonio nos presenta con frecuencia al santo con un pan en la mano que lo entrega a un niño.

Dejando a un lado el hecho -entre histórico o milagroso- que le dio origen, lo importante es que el pan recuerda la caridad del santo para con los pobres, caridad que hoy continúa a través del pan de los pobres.
BENDICION DEL PAN DE SAN ANTONIO

El Dios providente que todo lo creó para nuestro bien, esté con todos ustedes.
R/ Y con tu espíritu.

Oremos:

Señor Jesucristo, verdadero pan de vida,
dígnte bendecir + este pan
como bendijiste los cinco panes en el desierto;
haznos solidarios con el hambre de los pobres, para que,
a ejemplo de san Antonio,
compartamos nuestro pan con los necesitados
imitanto tu generosidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amén.

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