Hoy con gozo he celebrado el 2° aniversario de ordenación sacerdotal, lo primero que recibi antes de la orción, fue la llamada llorando de mi madre para felicitarme. Luego en el día Dios se siguió derramendo en bendiciones. En la tarde una cosa muy especial, cuando fui a celebrar la misa, un viento muy fuerte arrastraba polvo y se hizo una gran y densa nube del polvo. Tan fuerte fue el viento que hizo juntarse los cables de alta tensión y se cortó la energía. No pudimos celebrar la misa en Las Casitas. Sinembargo, me fui a la iglesia La Coromoto, en los Olivos, como hacen los fieles a celebrar en otra parte, y allí recibí la cálida acogida de un hermano sacerdote. Cantos y bendiciones, en una misa de sanación. Luego la torta y el canto de aniversario feliz. Gracias Dios mio, por estos inmerecidos signos de tu amor.
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