4ª meditación La Reconciliación Sacramental

“Sin el Espíritu Santo, Dios está lejos, con el Espíritu Santo, el cosmos se levanta y gime en el pasto del reino, el hombre lucha contra la carne”…

Al oírle a Pedro el discurso “se sintieron traspasados de corazón, le preguntaron qué hemos de hacer… arrepiéntanse… luego recibirán el Espíritu Santo” (Arrepentirse y recibir el don del EspSS).

La salvación consiste en dos elementos quitar algo, liberar algo, y el otro recibir algo, uno positivo y otro negativo c/ej Ez “quitaré el corazón de piedra y recibirán uno de carne”…

San Agustín, pone el ejemplo del recipiente de vinagre y que tiene que recibir luego la miel… es necesario limpiar el vaso, para luego recibir la miel. Este es el símbolo del pecado y la gracia.

4 etapas, de este camino de conversión:

1ª etapa: reconocer el pecado. Vamos a rflxionar acerca del sentido de pecado. La persona necesita realizar un el examen de conciencia. Que bien se podría hacer cuando se hace un examen de conciencia comunitaria. Ponerse frente de sí mismo a la Palabra de Dios, es decir, la persona se lee las Bienaventuranzas, y a cada anuncio se revisa la persona. 1º soy pobre de espíritu. 2º Los mansos (no violentos) se pueden traducir en la persona equilibrada. En los juicios, en las miradas. 3º Los que lloran, los motivos de mi llanto (por mí mismo, o por las cosas por las cuales llora Dios?), como soy capaz de sentir por los demás. 4º Hambre y sed de justicia (dikaiosine), santidad. El mal mayor de la actualidad es no tener sentido de pertenencia al amor de Dios y no procurar la santidad. 5º Misericordia, compadecer con los demás. Acá se recuerda la imagen del padre misericordioso. 6º Los limpios de corazón. La pureza en cada estado de vida. 7º Los pacíficos acá se refiere a los operadores de paz, pacificadores, los constructores de paz. Los que tratan de buscan desde su paz individual, para ofrecerla al mundo. 8º Persecución por la justicia, porque ellos heredarán el Reino de los cielos. Cuando se es despreciado, c/ej ofenden los sacerdotes por su identidad.
Salmo 50 Apiádate de mi Señor.

2ª etapa: Arrepentirse del pecado, contricción, dolor del pecado c/ej Is 66. El descanso de Dios es el corazón contrito de la persona. Así c/ej el sentimiento que tenían los que estaban el día de pentecostés, tenían un corazón compungido. Dejar de lado mi juicio, y aceptar el de Dios. El todopoderoso en su Omnipotencia no puede hacer un corazón contrito, por eso desde la libertad la persona asume un proceso de conversión y se logra ese corazón contrito. La grandeza de Dios en regalarnos el don de la libertad, para que la persona sea grata al amor de Dios.

Tiempo penitencial para pedir el don del arrepentimiento.
Salmo 50: “contra ti sólo he pecado, he hecho lo malo a tus ojos, para que seas reconocido en tu sentencia, seas irreprochable en tu juicio”

3ª etapa: Propósito: “1 Ped 4 “Puesto que Cristo fue tentado por el pecado”… Basta ya del tiempo pasado y del desenfreno. Nos pide la Palabra de Dios, romper con un pecado particular, puede ser una costumbre contraria a nuestro estado de vida, una omisión. Una causa que desencadene nuestros pecados personales. Sn Agustín describir el proceso de su conversión, Rm 13 “Ya conocen el tiempo, ya es hora de levantarse” c/ej Kierkegaard: “Un hombre se coloca frente a un espejo y descubre el juego de azar, su pecado, entonces hace un juramento solemne de no jugar, esta tarde será la última vez”… Saber descubrir el momento de romper con la ocasión de pecado.

4ª etapa: Destruir el cuerpo del pecado. Rom 4
Los sacramentos destruyen ese cuerpo del pecado, este es el momento de la confesión acá termina el exopere operantis y comienza el exoper operator. Liberarnos no solo por nosotros del pecado, sino dejarnos liberar del pecado. La Sangre de Cristo es el solvente que destruye el pecado. Es el don de Dios en la Eucaristía y la Reconciliación.

En un mundo secularizado nos ha robado el psicoanálisis, debes objetivar las expresiones que te atan. íritu Santo